Actualmente, Blizzard está catalogado entre los mejores desarrolladores de videojuegos que existen; normalmente saben lo que hacen, pero aun así, después de esperar doce largos años no podíamos evitar sentirnos nerviosos por lo que encontraríamos en Starcraft II: Wings of Liberty. Cuando existe tanta expectativa es mucho más fácil terminar decepcionado, pero no te preocupes, aquí no hay espacio para la decepción.
Después de jugar SC2, realmente sólo podemos imaginar superar al mejor RTS de todos los tiempos como ellos lo hicieron. Tomaron la fórmula que ya funciona y la llevaron a un nuevo nivel, pulieron detalladamente el gameplay hasta llegar al punto más cercano de perfección y así dieron vida a una nueva obra maestra.
Para los nuevos, Starcraft II es un juego de estrategia en tiempo real (RTS) para PC y Mac, en el que comandas a un ejército, tomas el control de la ofensiva, la defensiva y la economía. En simples palabras, es una guerra y tú eres el estratega.
Starcraft fue un gran éxito por ser altamente competitivo y por ser el principal detonante en la escena de los deportes electrónicos en Corea, donde algunos jugadores recibían contratos millonarios para jugar en nombre de algunas marcas.
Podría decirse que el juego se divide en dos partes, single y multiplayer, las dos igual de importantes para la experiencia completa de Starcraft II. Como mencionamos arriba, el título repite la fórmula que hizo exitoso al primero, pero a un nuevo nivel, y si hablamos del single player, ahí es donde Starcraft IIse atrevió a cambiar más.
La historia te lleva cuatro años después de los últimos acontecimientos de la primera parte. Después de estar inactivos estos años, los Zerg regresan a la matanza con Kerrigan al frente. Tomas el papel de Jim Raynor, el héroe de guerra para los Terran ahora convertido en un fugitivo que sufre el exilio en un planeta desolado llamado Mar Sara. Raynor, que todavíaa se siente responsable de lo que le pasó a Kerrigan, se entera del resurgimiento de la “Reina de las Cuchillas” y rápidamente se pone en acción a bordo de su nave, el Hyperion.
En comparación con su antecesor, Starcraft II tiene un sistema para elegir misiones y tomar decisiones y así alterar el curso de la historia. Cuando estás en tu viejo Battle Cruiser, puedes elegir la misión que más te convenga desde una consola, casi todas las misiones te otorgan una nueva unidad, dinero y puntos de tecnología, dependiendo si peleas contra Zergs o Protoss. Estos puntos de tecnología son usados en el laboratorio y te dan acceso a nuevas unidades o mejoras diseñadas especialmente para combatir a cada raza.
Si te das una vuelta por la armería, podrás usar el dinero para mejorar tus unidades y estructuras de maneras muy específicas, por obvias razones todas estas mejorías sólo sirven en la campaña, pero le dan un toque positivo a la forma en la que resuelves las misiones. Finalmente, hay una cantina a bordo, el lugar favorito de Raynor, donde puedes sentarte y ver el transparente noticiero, escuchar Free Bird de la rocola, jugar Lost Vikings en el Arcade o disfrutar un baile exótico en forma de holograma.
